Feria del Libro 2012

Transcurrió un año más de feria literaria, de punto comercial, de encuentro de la familia con los libros, de niños y jóvenes que despiertan a la literatura, de escritores nacionales e internacionales, de referente como incentivo a la lectura, y lo hizo con saldo a favor.
La XIII Feria Internacional del Libro de Santa Cruz batió su récord de ingreso de público. Hasta las 19:00, hora del cierre de esta edición, recibió 98.621 visitantes, 8.621 más que el año pasado.
Esta inyección de dinámica  -Santa Cruz no sería la misma sin sus grandes, medianos y pequeños hechos culturales-, de 11 días deja valoraciones elocuentes de sus protagonistas y de la organizadora, Cámara Departamental del Libro (CDL).
Ricardo Serrano, editor de El País, asegura que la feria es el mejor lugar para la comercialización de libros, “lo que nos interesa cuando exponemos -admite-. Se vende aquí lo que no se vende en cinco meses. Este es el mejor año que hemos tenido y mucho se debe a ¡Maten a Rózsa! de Carlos Valverde, el más requerido de El País y batió el récords de todos los años”.
Serrano se admira porque en la feria cruceña se forman filas para elegir libros y para pagarlos. “¿Cuándo se ve eso en una librería?, nunca!”, exclama. Destaca la participación masiva de docentes en las jornadas pedagógicas porque son el eslabón fundamental entre niños y libros.
Marcelo Paz Soldán, editor de Nuevo Milenio de Cochabamba acota: “La feria de Santa Cruz es la más importante y la más grande del país. Me ha ido muy bien y eso me hace pensar en seguir apostando en el mercado de Santa Cruz, en traer más escritores y más obras”.
María Fernanda Quiroga, de Plural Ediciones de La Paz, valora la afluencia masiva de público. “Esta feria ha crecido mucho y por ello tiene también el riesgo de la desorganización. Hay aspectos mejorables como las goteras; un día se nos inundó el estand, el cajero (de banco) a veces no funciona y tuvimos problemas con el aire (acondicionado)”, detalla. Sin embargo, está satisfecha con el resultado comercial. “Me parece que va a ser el mismo que el del año pasado”, afirma.
Ruth Hohenstein, con 20 años de experiencia como librera de Los Amigos del Libro, ahora Rayuela, dice que le ha ido mejor que en 2011 porque planteó la aventura de leer a los más chicos. “Donde más éxito tuve es en la literatura infantil”, afirma.
Por la CDL, su presidente, Jorge Luis Rodríguez, y su vicepresidenta, Sarah Mansilla, coinciden en que después de esta feria irán a la de Franckfurt “para seguir aprendiendo”. Adelantan que para 2013 esperan tener no uno, sino tres países invitados.

Visiones y buenas experiencias

Ernesto Martínez, librero de Martínez Acchini, señala que tuvo una buena venta aunque su meta era mayor. “No somos locales y tenemos un estand pequeño, eso pudo afectar”, justifica. Aun así confiesa la lealtad de su librería: “Entre los paceños somos los primeros que vinimos desde el principio. El próximo año vamos a reforzar la oferta electrónica”, adelanta, porque augura que el consumo literario va a ser diferente en el país. Pondera la asistencia de público a pesar del frío y de la lluvia, sobre todo de familias. “Hay variedad de libros. El resultado es una mayor conciencia de lectura y que hay producción boliviana. Ver a los chicos hojeando y pidiendo un libro no tiene precio”, enfatiza. Márcel Ramírez, de Gente Común (La Paz) señala: “Estoy sorprendido de cómo crece esta feria. Está brillantemente dirigida y la asistencia del público es impresionate. Los estands son hermosos, la infraestructura es muy bien armada. Como editorial estamos vendiendo un poco más que en 2011”. Destaca que este año hubo un incremento del interés por la poesía, requerida por jóvenes”.
Ernesto Martínez, librero de Martínez Acchini, señala que tuvo una buena venta aunque su meta era mayor. “No somos locales y tenemos un estand pequeño, eso pudo afectar”, justifica. Aun así confiesa la lealtad de su librería: “Entre los paceños somos los primeros que vinimos desde el principio. El próximo año vamos a reforzar la oferta electrónica”, adelanta, porque augura que el consumo literario va a ser diferente en el país. Pondera la asistencia de público a pesar del frío y de la lluvia, sobre todo de familias. “Hay variedad de libros. El resultado es una mayor conciencia de lectura y que hay producción boliviana. Ver a los chicos hojeando y pidiendo un libro no tiene precio”, enfatiza. Márcel Ramírez, de Gente Común (La Paz) señala: “Estoy sorprendido de cómo crece esta feria. Está brillantemente dirigida y la asistencia del público es impresionate. Los estands son hermosos, la infraestructura es muy bien armada. Como editorial estamos vendiendo un poco más que en 2011”. Destaca que este año hubo un incremento del interés por la poesía, requerida por jóvenes”.
Visitantes
100.000 personas visitaron la feria durante los 11 días que se mantuvo la XIII Feria Internacional del Libro de Santa Cruz.

Entraron 260 delegaciones de colegios y provincias; y menores de seis años, que alcanzaron los 43.032 ingresos, además de 2.832 profesores